25 de septiembre de 2014

La salud en el trabajo

El equilibrio entre la vida personal y el trabajo depende de uno mismo. La salud física como emocional depende de cuanto tiempo dedique el individuo a sus actividades.

Cuando se hace énfasis en el trabajo, el rol social, el lado profesional, se traslada su identidad como sujeto a una identidad puramente laboral.

Existen dos tipos de identidades que prevalecen y que su mayor o menor desarrollo puede traer varios problemas:

Identidad del sí: pertenece al mundo privado del individuo, aspectos internos, su ser en sí.

Identidad del rol: pertenece a la imagen que se tiene en el mundo público, aspectos externalizados, el ser como sí.

Si el sujeto desarrolla más la identidad del sí, no logra adaptar la identidad del sí a la del rol, esto le genera sufrimiento, baja autoestima o egocentrismo y exposición en demasía.

Por el contrario, si desarrolla más la identidad del rol, se pondera más el rol sobre su persona, se despersonaliza, empieza a sentir insatisfacción personal, tiene un alto costo tanto personal como social, se sobre exige causando stress. 

El agravante es que este tipo de situaciones son premiadas y reafirmadas por las empresas, ya que son altamente productivos y están comprometidos con sus tareas.

El escenario ideal, sería encontrar una situación intermedia, donde el sujeto pueda equilibrar ambas identidades sin que una predomine por sobre la otra.

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