Cuando alguna de ellas no cumple con lo esperado, esto puede ocasionar conflictos y rever la posibilidad de seguir o no con la relación.
Esto no sólo aplica a las relaciones laborales, a su vez a cualquier tipo de relación lleva implícito un contrato psicológico. Durante un noviazgo, e incluso habiendo pasado al matrimonio, este concepto se renueva, donde cada uno cuenta con expectativas sobre la relación.
Es de suma importancia poder comprender cuáles son las expectativas operantes en cada caso y que ambos estén en sintonía, o bien cuenten con la mayor información posible para que la relación perdure y ambos salgan beneficiados.
En lo laboral, más adelante observaremos la importancia del rol de los líderes de equipo en la "Gestión de las Expectativas", ya que son un nexo directo entre el colaboradores y la organización.
Gestionar las expectativas de los colaboradores permitirá conocer qué espera de la organización, qué los motiva, y en función de ello se podrá fidelizarlos.
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